viernes, 31 de mayo de 2013

¿QUÉ ES LO QUE SE ADEUDA EL PERONISMO CON PERON?
Un monumento, una biblioteca y un museo. Los pueblos de la antigüedad, honraban a sus muertos ilustres con mausoleos, con monumentos y con grandes estructuras en piedra o en mármol para perpetuar su memoria y para dejar a las futuras generaciones, un eterno testimonio de la grandeza de su obra. Ahí están como eternos testigos las milenarias pirámides de Egipto, el Partenón de Pericles en Atenas, el mausoleo de Augusto en Roma, la tumba de Napoleón en París, el Escorial y el Monumento a los Caídos en España, la Rotonda de los Hombres Ilustres en México, el Panteón de Bolívar en Caracas, los monumentos a Jefferson, Washington y Lincoln en la capital de los Estados Unidos. Por citar tan solo algunos, esta modalidad, que fuera tan sagrada entre las antiguas civilizaciones, fue puesta de relieve nuevamente por la reina Artemisa al construir un mausoleo para perpetuar la memoria de su esposo Mausolo, en Asia Menor 350 años antes de Cristo. Es decir, la historia nos remite al eterno agradecimiento de los pueblos hacia quiénes en vida, transformaron las estructuras de su nacionalidad. Nosotros lo argentinos, hemos sido un poco mezquinos con nuestros héroes, si no fuera por el burdo “negocio de las estatuas” que a principios de siglo XX hicieran algunos mercaderes franceses vendiéndonos monumentos de nuestros héroes a cambio de carne, cueros y cereales. Son monumentos fríos, que si uno recorre algunos países del continente, los encuentra repetidos hasta el cansancio con muy pocas variaciones en sus artísticos diseños, representando imágenes de “otros patriotas” latinoamericanos siempre montados en el mismo caballo. Por nuestra parte, nosotros le adeudamos al General San Martín, al Padre de la Patria, el lugar de honor, que por derecho debiera tener como el gran Mausoleo a su memoria donde, no solo descansaran sus restos mortales, sino toda la historia de su vida. En cambio hoy, debemos peregrinar por diferentes lugares donde vagan desperdigados trozos de lo que fuera su presencia, si es que queremos componer los que fue su obra tan retaceada del verdadero significado de lo que era su gran figura histórica y que debiera ser, el verdadero Altar de la Patria de todos los argentinos. En cambio, hemos privilegiado el edificio del Cabildo, que si bien constituyó el lugar para el alumbramiento de la Revolución de Mayo, no por ello debiésemos olvidar que es también allí donde se asentó el gran poder Colonial que esclavizó, castigó y humilló a los primeros argentinos nacidos en esta tierra.
Pero aquí, no he venido para hablar de la historia, sino como una breve referencia; vengo sí a hablar de una deuda histórica que es distinto, deuda, que no es atribuible a nadie más que a sus propios interesados, es un deuda de los Peronistas con el propio Perón. Se ha manipulado varias veces la idea, se proyectó el “Monumento al Descamisado” que al final terminaron sus mármoles fondeados en el Río de la Plata cuando llegaban desde Italia a mediados de 1955 y luego se proyectó el famoso “Altar de la Patria” que terminó con una enorme mole de cemento y concreto enterrado a 50 metros de profundidad en 1976 por la revolución del Proceso en Figueroa Alcorta y Tagle. El Peronismo, ese gran protagonista de la historia, que  mantiene hoy, como fuerza viva una mayoría abrumadora y controla de manera absoluta casi todos los resortes del Estado, no ha logrado sin embargo, que a los Peronistas les importe que su ideólo, creador y ejecutor del mayor proyecto político del país, EL PERONISMO, mantenga los restos mortales de su líder, arrumbado en una ignota y lejana quinta de los suburbios del Gran Buenos Aires, donde casi nadie puede visitar por la distancia. Todo el valor incalculable de sus Obras, Leyes, Proyectos, Documentos, así como sus recuerdos físicos, muebles, ropas, libros, cartas, películas, condecoraciones, que generó la época de Perón están extraviados, perdidos o han sido robados o vendidos. ¿A nadie le importa eso? Los millones de “peronistas” que se llenan la boca y dicen a casi 40 años de su muerte que “fue lo más importante para el país” ¿No se les ha dado por pensar que le adeudan a Perón gran parte de lo que dicen ser? Que mientras se llenan algunos de millones de dólares, otros hacen estrago desde el poder y las grande mayorías “viven una mentida militancia” el hombre que hizo posible ese milagro, está secuestrado en la ignominia y arrumbado en la vergüenza del olvido. Por todo ello, habría que iniciar una firme campaña para poder dignificar y reivindicar a Perón. Habría que rescatarlo definitivamente del ostracismo, para que las generaciones futuras tengan “su presencia” activa y no permanezca “secuestrado” como si hubiese sido arrojado a la basura por la canalla de siempre, para que en agradecimiento le demostremos que no lo “usamos” sino que lo necesitamos para que nos ilumine las ideas y nos acompañe. Esa enorme tarea no puede ser emprendida por una sola persona, tienen que intervenir los convencidos, los honorables y los dignos, porque para hacer justicia histórica es necesario la intervención de las grandes mayorías y para eso hay que explicar lo que significa rescatar a Perón.  Quién tenga la fuerza y la capacidad para tomar la posta, vayan aquí algunas ideas menores, que habrán de crecer en la medida que esto llegue a convertirse en un PROYECTO DEL PERONISMOS PARA RESCATAR A PERON.
Hacer en un predio importante y parquizad

o un enorme Mausoleo que contenga el catafalco del Líder y el de Eva Perón, en una explanada central con grande espacios, un subsuelo con una gran biblioteca para toda la documentación de sus diez años de gobierno y en otra planta un Museo que atesore toda la muestra de la liturgia que comprendió el Peronismo y sus proyectos sociales, políticos y económicos de gobierno. Estaríamos pensando en una superficie no menor de diez mil metros cuadrados y para ello ha de ser necesario invitar a una cantidad de ingenieros y arquitectos mediante una amplia convocatoria a los talentos nacionales. Es de esperar, que de los tantos Peronistas jóvenes que hoy pueblan todos los rincones de la patria, haya alguien con la osadía y la capacidad para imaginar la obra y que su genialidad y talento tenga la capacidad para convocar a los mejores para poder hacer realidad este sueño enamorado. Quien lo intente, y tenga la capacidad de entender este llamado, de entrada ha de tener el gran apoyo místico de toda una fuerza sagrada que se corporizó en la figura de un hombre único, Juan Domingo Perón; ojala que esta prédica no caiga en el olvido y que el agradecimiento de un pueblo, lo haga sentir a su más gran mentor, que no lo ha olvidado y que desde ahora, se va a encolumnar para rescatarlo de la ignominia y del olvido.

jueves, 2 de mayo de 2013



                   EL TREN FANTASMA

Enterate por lo menos de algo:
¿QUE MIERDA ES LO QUE ANDAN BUSCANDO ESTOS TONTOS?
Cuando me acuerdo de todos los Golpes de Estado que se sucedieron en la Argentina, me da un ataque de pánico. ¿Saben por qué? Porque me acuerdo de todos los ANTI-PERONISTAS que pudieron llegar al gobierno con la Revolución Libertadora y todas las demás. Políticos Radicales, Socialistas, Conservadores, Demócratas Cristianos, Comunistas, Intransigentes y algunos de otra pelambre, que en cualquier elección normal no sacaban ni 100 votos, porque nadie los quería por inútiles, de pronto y del brazo de los milicos, se convirtieron en ministros, gobernadores, intendentes, jueces, rectores universitarios y embajadores. La gran mayoría de tontos que hoy salen como despavoridos a las calles a gritar estupideces y a golpear cacerolas, no saben nada de esto y tampoco conocieron las barbaridades y las tropelías que estos delincuentes, inútiles, chorros y asesinos hicieron contra el pueblo trabajador. Cuando veo y oigo por radio o televisión, los mismos discursos, las mismas argumentaciones y sus mismas diatribas que escuché allá por 1955 hasta 1983, vienen a mis recuerdos aquellas trágicas realidades que viví en carne propia, porque, quieran o no, fui también y en parte, protagonista. Esas enormes verdades que nadie me las dijo, que no las leí en ningún diario gorila, ni necesité ningún canal de televisión para que me las explicara, están gravadas en mi memoria y puedo dan amplios testimonios de ellas. Me acuerdo como si fuera ayer, que los Radicales, Socialistas, la Iglesia, Conservadores, Comunistas y tantos otros, lo que le decían a Perón, cuando le reclamaban por libertades y por democracia. Pero también me acuerdo de las acusaciones que le hacían: Que era un dictador, que su gobierno era una tiranía, que no había libertad y que el Congreso y sus leyes las había convertido en una escribanía. Pero también me acuerdo que Balbín, Frondizi, Palacios, Gioldi, Codovila, Sábato, Alzogaray y tantos otros, que luego se pasearon abrazados con Lonardi, Aramburu y Rojas festejando la derrota de la terrible dictadura del “titano prófugo” que era Perón. Vienen a mi recuerdo, las figuras tétricas de Raúl Previch y de Álvaro Alzogaray, aquellos que de un plumazo devaluaron la moneda y el dólar que valía siete pesos, pasó a costar 22 pesos de un día para otro. No se me han olvidado los grandes negociados de los militares y civiles del Golpe, tampoco que se cerraron miles de fábricas, y que aquél país con plena ocupación laboral, se convirtió en una cárcel gigante para sus trabajadores, pero tampoco que el partido político mayoritario, el Peronista, fue sacado fuera de la ley por casi 20 años. Desfilan por mi memoria los patrullajes durante el día y la noche, de aviones militares a vuelos rasantes, que se convirtió para nosotros en una modalidad cotidiana y allí vi como cayeron obreros, artistas, profesionales, que por el solo hecho de ser Peronistas, que poblaron las cárceles argentinas desde la Quiaca a Tierra del Fuego. Pero si todavía es necesario para ustedes recordar más evidencias, las tengo archivadas todas en mi memoria. Nosotros, los Argentinos de entonces, no teníamos Deuda Externa, es decir, no sabíamos que era eso. Pero teníamos dos Altos Hornos con sus correspondientes trenes de laminado para producir nuestro propio acero y por ello, fabricábamos barcos, aviones a reacción, vagones de ferrocarril, cosechadoras, tractores, autos, camiones, telares, chapa laminada, caños sin costura para la industria petrolera. Pero además, se fabricaba en el país toda la línea industrial liviana de artículos para el hogar y herramientas. De nuestras escuelas industriales y universidades, salían los profesionales que esa industria reclamaba y el país construyó cientos de hospitales, miles de escuela y millares y millares de viviendas con créditos blandos otorgados por el Banco Hipotecario Nacional. Es decir, me quedo corto en todo este relato que pudiera seguir hasta el infinito si fuera necesario. Pero este mensaje en solitario, será sin duda un alarido más de la impotencia de un memorioso viejo argentino, que no “come cuentos” y que a la hora de la verdad, tiene mucho rollo para compartir con sus modestas campanas de palo. Por eso, cuando ahora oigo tanta alharaca sin sentido, tanta verborragia sin contenido que trata de embaucar a una población desprotegida e ingenua, me siento verdaderamente indignado y por eso PATALEO. El saber lo que ha sucedido antes en la Patria, no solo es tener buena memoria, sino debiera servir para alertar a los ingenuos y desinformados que se “prenden” del saco de cualquier desbalagado y que uno ve, que los arrastran hacia otra vez al precipicio. Esta triste “aventura” que les he contado, tiene un precio que se ha pagado y que deber servirnos para reflexionar en serio: Nos ha costado 30.000 muertos, miles de desaparecidos, un país en bancarrota y dos generaciones de argentinos perdida. ¿Quién lo hizo? Los mismos que hoy se rasgan las vestiduras hablando mal del gobierno, repicando sus cacerolas y diciendo que estamos en una terrible dictadura del Gobierno Constitucional que hemos puesto en el poder con un Congreso funcionando a plenitud y una absoluta Libertad para decir lo que se te cante y que nadie te mete preso. Entonces, uno ingenuamente se tiene que preguntar: ¿QUE MIERDA ES LO QUE ANDAN BUSCANDO?