jueves, 14 de marzo de 2013





 
AYER ME PREGUNTARON: ¿LE GUSTA EL PAPA?
Les respondí: “No me tiene que gustar, me tiene que servir”. En efecto, más allá de las creencias religiosas, de si uno es católico o es ateo, este es un tema que supera lo personal de cualquier argentino y puedo dar fe de ello. Pero para entenderlo, hay que tener una visión menos sesgada de la realidad. Me explico: Los argentinos que andamos por el mundo hace muchísimo tiempo, con mucha frecuencia nos preguntan: ¿Y usted de donde es? A lo que respondemos insuflados de orgullo: !Soy argentino! Y la respuesta siempre es la misma: !Ah… Maradona! Es decir, el mundo no nos reconoce por argentinos, nos conoce por Messi, Fangio, Evita, Perón o Maradona. ¿Qué nos está diciendo a gritos esa calificación que nos hacen en Roma, en un remoto pueblito de México, en una ruina del Peloponeso o en el Valle de los Muertos en Egipto? !Que no existimos como país! ¿Nos duele? Si nos duele y mucho, pero esa realidad, es nuestra realidad más allá de cualquiera de nuestros sentimientos. Yo vivo en Norteamérica, la mayoría, al verme me cree mexicano y cuando molesto les respondo que soy argentino, me dicen sonrientes: Oh… sí Río de Janeiro… Brasil… ¿Son todos tarados? !No! Es que formamos parte de ese mundo lejano y ajeno y por lo tanto nos creen intrascendentes e insignificantes, no nos toman en cuenta y muchas veces nos hacen pensar “con bronca” que no existimos. Es más, ocurre lo que nos sucede a nosotros con algún paisito del África, donde a lo mejor hay gente enormemente evolucionada e incluso con capacidades superiores a la nuestra, pero como no los conocemos, ignoramos de su existencia. Pero el hombre siempre ha sido así; los que vinieron en la Conquista así pensaban, los Cruzados también, los que van a la Luna o a Marte no creo que piensen diferente. ¿Cómo pudiéramos cambiar todo eso? !Con un hecho como el acontecido ayer! Me llamaron más de cien personas de diferentes países, muchas, muchas de ellas que nunca me habían dado bola: !Sorprendidos! ¿Cómo que un Papa argentino? Entonces Argentina no es Haití, ni el Congo, ni Gana, quiere decir que es un lugar importante, poblado de gente que es inteligente y muy evolucionada. Un Papa no es “moco de pavo” es una cosa demasiado importante como para que salga de cualquier lugar, y menos de un país que no tiene ninguna ingerencia dentro del orden militar, político o económico mundial. Les aseguro, que nunca en la vida de la existencia de la República Argentina como país independiente, ha sido tan “averiguado” como ayer en cuanto mapas, referencias, Internet y toda las parafernalias informáticas modernas que existen en el mundo en toda su historia. !Todos querían saber quiénes somos! Se que esto no ha de gustarle a muchos de mis amigos, pero les puedo asegurar que ayer fue “descubierta” la Argentina en el mundo. ¿Qué de golpe me volví Católico, Apostólico y Romano? !Para nada! Soy el mismo, el mismo de siempre, pero no seré tan estúpido como muchos pudieran creerlo y mis convicciones seguirán siendo las mismas: ¿Por qué habrían de cambiar? Lo que pasa es que esto hay que CELEBRARLO EN GRANDE y montarse en la ola de este tsunami que nos cayó como peludo de regalo, porque si somos inteligentes, ahora sí que podremos hacer ruido en el mundo y les aseguro que… Todos lo van a escuchar!








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